jueves, 6 de noviembre de 2008

,,ChiStEs MaLoS*!,,


Había una vez un chiste tan, pero tan malo que le pegaba a los chistes más pequeños.

Había una vez una señora que tenía un ataque de risa, y un ataque de risa, y un ataque de risa. Un día la señora se murió e inmediatamente fue traslada para hacerle la autopsia, ¡y no dieron con el chiste!

Había un campo tan verde, tan verde verde, que las ovejas menores de dieciocho años no podían entrar.

Había una vez un hombre tan feo, tan feo, que fue a un concurso de feos y lo perdió por feo.

Había una vez, un tipo tan feo, pero tan feo, pero tan feo, pero tan feo, que con su cara hacia llorar hasta una cebolla.

Había una familia tan pobre, que cuando pasaba el carro de la basura le decían que dejara dos bolsas.

Había una mujer tan, pero tan flaca que cuando sacaba la lengua se iba de boca.

Había una vez un señor tan gordo, que cada vez que daba una vuelta era su cumpleaños.

Había una vez una señora tan arrugada, pero tan arrugada que cuando lloraba, las lagrimas les bajaban en jeep.

Había una vez una ollita que no quería ser olla, y las otras ollas le insistieron y la presionaron tanto para que lo fuera, hasta que se volvió una olla a presión.

Había una vez una persona tan pobre, tan pobre, tan pobre que no tenia ni hambre.

Había una vez un carro tan, pero tan viejo, que el conductor sacaba la mano para virar, y le daban una limosna.

Había una vez una mujer tan fea, tan fea, tan fea, que un día se encontró con una tribu de indios y estos le dieron un caballo para que se escapase.

Había una vez una vaca que se comió un vidrio, y la leche le salió cortada.

Había un hombre tan, tan, pero tan, que se creía campana.

Había una señora tan flaca, tan flaca, que el brassier decidió suicidarse, porque según dijo estaba cansado de llevar una vida tan vacía.

Había una vez un obstinado que se quería tirar de un edificio de 40 pisos, pues consiguió uno de 20 pisos y se tiró dos veces.

Había una vez un tipo tan negativo, pero tan negativo que un día se desmayó y en lugar de volver en si volvió en NO.

Había una vez un tipo tan, pero tan feo, que cuando nació su mamá no sabía qué escoger; si la placenta o a él.

Había una vez un señor, tan, pero tan tan tonto, que ponía el diario en el freezer para leer noticias frescas.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

,,SinGStaR*!!

Hay gente que les da por eso...










lunes, 3 de noviembre de 2008

,,DiccionariO MañO*!,,

- ¿Por favor, tendrías la amabilidad de apartarte? - Ahivádahí
- ¿Podrías explicarmelo otra vez? - Mandé
- ¿Que sucede? - Pasapueés
- Me dejas asombrado con tu explicación - Ridiela
- ¡Me he equivocado! - Ahiválaostia
- Animo, acelera, ya queda poco - Ala mañooooo
- ¿Por qué dices eso? - ¿Yeso?
- No entiendo lo que dices - ¿Ein?
- Me acabo de golpear los dedos con el martillo - Cagondiós
- ¿A que se debe eso? - ¿Yesopués?
- Bueno, ha sido un placer hablar contigo - Acascarla
- ¡Qué contratiempo! - Ostiá
- Ya te lo he dicho - ¡Recojona!
- Caramba (y muchas cosas más, uso general) - ¡Sopla!
- ¡Vaya! - ¡Rediós!
- Limpio y reluciente - ¡Escoscao!
- Se ha caído rodando por la montaña - ¡Se ha escorromonao por la turrunquera!
- Todavía - Entoavía
- ¿Qué sucede? - ¿Pasapués?
- Sigue recto hasta el final - Totieso
- ¡Joder que pena! - ¡Mecaa!
- ¡Qué bien! ¿No? - Mecá (fijese bien en la diferencia en la acentuación)
- ¡Ostia! - ¡Otttiaa!
- Vaya en paz - ¡A la paz de Dios!
- Tía buena - Mañaá
- Coño - Parrus
- Te voy a dar una paliza - Te vi a meter una pana
- Mejor vete antes de que me enfade - Tirá
- ¿Has visto eso? - ¡Má!
- Hombre Pepe, ¿Qué tal? Hacía tiempo que no te veía ¿Cómo está tu mujer? - ¡Eeh!
- Bien José, mi mujer está bien y yo también. Gracias por preguntar - ¡Aah!

Con este vocabulario, se construyen la gran mayoría de las frases necesarias en una conversación cotidiana. Es decir, que no hacen falta más... Ahora sólo falta añadir sonido...

sábado, 1 de noviembre de 2008

,,HaLLoWeeN*!,,


HISTORIA DE HALLOWEEN

Halloween es una fiesta de la cultura anglosajona que se celebra en la noche del día 31 de octubre.
Sus orígenes se remontan a los celtas, hace más de 2.500 años, cuando el año celta terminaba al final del verano, el día 31 de octubre de nuestro calendario (Samhain). El ganado era llevado de los prados a los establos para el invierno. Ese último día, se suponía que los espíritus podían salir de los cementerios y apoderarse de los cuerpos de los vivos para resucitar, pedirles alimentos y maldecirles. Les hacían víctimas de conjuros si no accedían a sus peticiones: me das algo o te hago una travesura, que es la traducción de "Trick or Treat" (Truco o Trato).

Para evitarlo, los poblados celtas ensuciaban las casas y las "decoraban" con huesos, calaveras y demás cosas desagradables, de forma que los muertos pasaran de largo asustados. De ahí viene la tradición de decorar con motivos siniestros las casas en la actual víspera de todos los santos y también los disfraces. Es así pues una fiesta asociada a la venida de los dioses paganos a la vida.
La iglesia de Roma decidió convertir la festividad al catolicismo. Se instituyó el 1 de noviembre como el Día de Todos los Santos, que en Inglaterra se denominó "All Hallows' Day", y la noche anterior "All Hallows' Eve" que posteriormente derivó en "Halloween".

<span class=

La fiesta fue exportada a los Estados Unidos por emigrantes europeos en el siglo XIX, hacia 1846. Sin embargo no comenzó a celebrarse masivamente hasta 1921. Ese año se celebró el primer desfile de Halloween en Minnesota y luego le siguieron otros estados. La internacionalización de Halloween se produjo a finales de los años 70 y principios de los 80 gracias al cine y a las series de televisión.

En la actualidad los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase "Truco o trato". Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma.

Halloween es una fiesta basada en el miedo, la muerte, los muertos vivientes, la magia negra y los monstruos místicos. Los "personajes" que se suelen asociar a Halloween incluyen a los fantasmas, las brujas, los gatos negros, los trasgos, los banshees, los zombis y los demonios, así como ciertas figuras literarias como Drácula y el monstruo de Frankenstein.
Los celtas solían disfrazarse con pieles de animales el 31 de octubre y así no ser descubiertos por los espíritus que, según ellos, esa noche recobraban vida. De ahí la costumbre actual de disfrazarse ese día. Los colores tradicionales de Halloween son el negro de la noche y el naranja de las primeras luces del día. Los símbolos de Halloween también incluyen elementos otoñales como las calabazas y los espantapájaros.


EL ÁRBOL DEL VAMPIRO

Cuenta la historia que en el siglo XVIII en la Guadalajara colonial llegó un misterioso hombre que venía de Europa y que se quedó a vivir en un pueblito llamado Belén, se llamaba Don Jorge y era uno de los más ricos hacendados del pueblo, sin embargo los habitantes del poblado le temían ya que acostumbraba a vestir siempre de negro y salir solo por las noches.
Al poco tiempo la gente se alarmó al ver que aparecían animales muertos, pero días después se encontraron cadáveres de personas sin una gota de sangre. Este hecho causó un gran temor en el corazón de aquellos humildes campesinos, los cuales se encerraban en sus casas antes del atardecer y rezaban temerosos por sus vidas.
Finalmente se reunieron y armados de valor, palos, antorchas y machetes decidieron ir en busca del asesino. Cerca del panteón oyeron gritos, y al llegar vieron con horror a don Jorge que estaba mordiendo el cuello de uno de los campesinos. Cuando el vampiro se vio rodeado huyó dejando a su víctima ensangrentada. Al día siguiente la gente fue a ver al cura del pueblo y le pidieron que les ayudara a detener al vampiro que los aterrorizaba.
Así llegaron a la hacienda de don Jorge y el cura le realizó un exorcismo y el vampiro retrocedió maldiciendo y jurando que se vengaría de todos ellos, entonces uno de los aldeanos le clavó una estaca en el pecho. Una vez muerto fue enterrado en el panteón de Belén.
Se dice que meses después la lápida se rompió y en su lugar nació un árbol de tronco grueso y de raíces profundas. Cuenta la leyenda que el día que el árbol sea cortado o las raíces rompan por completo la lápida don Jorge regresará para tomar venganza contra aquellos que lo apresaron.
Así que si se dan una vuelta por la republica mexicana, no olviden visitar en Guadalajara, un pobladito llamado Belén donde aun hoy se puede observar el magnífico árbol erguido sobre su tumba.


ANIMALES RESUCITADOS

Una joven ama de casa iba a dar por primera vez una cena a la que estaban invitados varios directivos de la empresa de su marido. Como era una velada muy especial, llevaba idea de preparar, entre otros platos, una mousse de salmón. A tal efecto se acer-có al mercado, compró el pescado que necesitaba y, después de lavarlo, lo dejó sobre la mesa de la cocina mientras iba por los demás ingredientes. Al volver de la despensa descubrió, horrorizada, que el gato estaba sentado en la mesa mordisqueando el pesca-do. Se apresuró a echarlo y luego se dijo: “Vaya, no creo que se den cuenta de lo que ha ocurrido”. Así pues, volvió a limpiar el pescado y siguió con los preparativos.

La cena tuvo un gran éxito. Al término de la misma, entrada la noche, los invita-dos se fueron despidiendo sin dejar de felicitarla efusivamente, sobre todo por la mous-se de salmón. Cuando hubo partido el último coche y cerraron las puertas del jardín, el matrimonio reparó de pronto en que su gato estaba junto al porche, tieso y muerto.

La joven ama de casa se devanó los sesos, tratando de averiguar lo que le habría ocurrido al pobre animal, hasta que se acordó del salmón. Imaginándose que debía de estar contaminado, cogió el teléfono y llamó a todos los invitados, incluidos los jefes de su marido, para ponerles al corriente de la situación y recomendarles que avisaran al médico enseguida. Aquello no les hizo la menor gracia. De hecho, algunos llegaron a tomarse francamente mal que les hubiera servido un alimento mordisqueado por un ga-to.

En cuanto hubo hecho la última llamada sonó el teléfono. Era su vecino, con cara de estar muy avergonzado. Le explicó que aquella noche, al salir, había tenido la desgracia de atropellar a su gato. Le dijo que lo sentía mucho, pero que en aquel mo-mento tenía muchísima prisa porque debía coger el tren. Que había llamado varias veces para comunicárselo, pero que, por desgracia, no consiguió hacerse oír a causa del ruido de la cena. Así pues, había dejado el gato junto al porche. ¿Lo habían encontrado ya?.